sábado, 20 de abril de 2019

El señor del pueblo y la gratitud.

Historia:

Era un viernes por la mañana en un pequeño pueblo del Estado de Veracruz, cuando un ser humano de aproximadamente sesenta años de edad se despertó con el sonido de su fastidiosa alarma.

Haciendo uso de su fuerza de voluntad,  . . . se levantó, hizo sus estiramientos de Rutina vespertina mientras vostezaba, y luego empezó a prepararse para ir a trabajar en su parcela, en la que había sembrado maíz y frijol hacia apenas unas semanas.

"Gracias señor por prestarme éste nuevo día para seguir estando aquí, Respirando del mismo oxígeno que todos los seres humanos vivos Respiran, gracias por el agua natural, por la comida que de alguna manera me las he arreglado para hacer que llegue a mi mesa, y sobre todas las cosas, gracias por la existencia de la leche y el café, señor."

- Luego de practicar la gratitud y persignarse dibujándose con la mano una cruz en el pecho y en la frente, salió de su pequeña casita, a su paso, sin prisa (sin GPS) pero sin pausa, con dirección hacia su parcela, en la que trabajaría gran parte del día limpiando con su azadón, la mala hierba de entre los surcos de su milpa y de su frijolar.

- Mientras trabajaba a paso de señor de sesenta años de edad, miró hacia el cielo mientras se secaba el sudor de su frente, en ése momento sintió ganas de estar allá arriba, para librarse por fin del dolor y del cansancio físico de su cuerpo.

* Pero a pesar de todo,  . . . su actitud era siempre de gratitud,  . . . se sentía agradecido por el aire puro y fresco del campo,  . . . se sentía agradecido por el agua limpia y natural que tenía en su tecomate,  . . . se sentía afortunado de poder cantar y silbar con toda libertad sus canciones favoritas mientras trabajaba,  . . . y en algunas ocasiones, hasta se sentía agradecido por el dolor y el cansancio de la anatomía física de su cuerpo, porque gracias a eso sentía bonito llegar a su casa a descansar, y gracias a su esfuerzo y su trabajo podía obtener la comida que podía poner sobre su mesa, podía pagar el servicio del agua potable y sobre todas las cosas, podía comprar la leche y el café que tanto disfrutaba tomar.

Analogía:

La historia de éste señor, demuestra que practicar la gratitud diariamente, Realmente hace la diferencia en la vida.

* Todos podemos observar que un ser humano que siente verdadera gratitud por cada día de su vida, por lo que és, por lo que hace y por lo que tiene,  . . . se siente completo y siente que no le falta absolutamente nada más.
Y un ser humano que no practica la gratitud diariamente, siente que pierde algo en cada día de su vida, Reniega de lo que és, y siente que le falta todo lo que no tiene,  . . . siempre siente que le falta algo,  . . . y es verdad.

¡Siempre le falta practicar la gratitud! ¡Gracias! ¡Gracias! ¡Gracias! ¡Gracias!

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© 2018 Copyright. Derechos de autor, Ángel Yazmani F.L. http://lamentalidadylavida.blogspot.com Todos los derechos Reservados.

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Mientras tanto la paciencia, ...

Esperando pacientemente, a que a algún tipo de Dios se le ocurra bendecirme, a según aquello de su voluntad, ... dicen que me bendecirá cuan...