El hombre Rico y exitoso de Coyolillo.

Había Regresado apenas hacía unos días, un hombre Rico y exitoso a su pueblo natal, llamado Coyolillo.

La gente del pueblo lo admiraba y acudía a pedirle consejos para salir de sus problemas financieros.

Un día, llegó un señor preguntando por él a su enorme casa, y él amablemente salió a atender su visita.

Luego de los saludos acostumbrados en Coyolillo, el hombre que tenía problemas de deudas le preguntó al hombre Rico y exitoso: <<Si dicen que eres tan Rico y tan buena gente; ¿Por qué no me das la cantidad de dinero que necesito para saldar todas mis deudas?>>

El hombre Rico y exitoso miró al hombre que le había preguntado eso y le dijo: <<Si yo hiciera eso, en lugar de ayudarte te perjudicaría, porque no aprenderías nada, y pronto volverías a endeudarte igual o aún más de lo endeudado que estás ahora.>>

<<¿Y cómo le hago entonces? -Preguntó el ser humano que tenía deudas- Creí que en verdad eras buena persona, ¿Para qué te sirve tanto dinero si no ayudas a uno?>>

<<Si quieres pasa a comer conmigo y te explico cómo podrías hacer para que aprendas de una vez y para toda tu vida.>> - Dijo amablemente el hombre Rico y exitoso. Con verdaderas ganas de ayudar al confundido hombre a que aprendiera a saldar sus deudas.

El hombre endeudado dijo; <<Si no me vas a ayudar con el dinero que necesito para saldar mis deudas, tampoco quiero ni tu comida ni tus consejos, ¡egoísta!>> - El hombre salió de ahí peor que cuando había llegado, se fue igual de endeudado, sin aprender nada, enojado, con hambre, y criticando al Rico y exitoso, diciendo que todos los Ricos y los exitosos son iguales.

El hombre Rico y exitoso le enseñó a mucha gente de su pueblo a saldar deudas y a ahorrar, y todos los que siguieron sus consejos lograron salir de deudas y al mismo tiempo aprendieron a ahorrar.

Cuando aquél hombre que no quiso aprender trataba de poner en mal al hombre Rico y exitoso, siempre había alguien dispuesto a defender su prestigio, porque el único que no había aprendido nada, había sido el que se negó a aprender porque quería una solución fácil y Rápida.

Sugerencias para saldar deudas y ahorrar.

1. Hacer cuentas. Llevar un conteo claro de lo que uno gana y lo que gasta, tomando en cuenta cómo se lo gana y en qué se lo gasta, es la base del control personal del dinero, sea mucho o sea poco.

2. Pagarse uno primero. El 10% de la cantidad total de lo que gana, debe ser tomado para ahorrar.

Por ejemplo: Si uno gana $700.00 setecientos pesos por semana, debería ahorrar $70.00 Setenta pesos antes de hacer cuentas con los $630.00 Restantes.
Ahorrar $70.00 Setenta pesos por semana parece muy poco, pero en una quincena ya tendría $140.00 ciento cuarenta, y en un mes ya tendría $280.00 doscientos ochenta pesos ahorrados.
Lo que significa que en 12 meses de un año, habría ahorrado $3,360.00 tres mil trescientos sesenta pesos.

(Tome en cuenta que para ésto debe hacer la cuenta con sus propias cantidades, y no con las del ejemplo)

3. Hablar con los deudores. Hablar con las personas a las que uno le debe, para tener claras las cantidades y llevar cuentas claras entre los dos cada vez que se hace un pago, es sumamente impresionante. Luego de eso se puede establecer el porcentaje que podrá abonar cada semana, cada quincena o cada mes.

Por ejemplo: Si le debe $1,000.00 mil pesos a alguien, y abona $100.00 cien pesos cada semana, serían $200.00 doscientos a la quincena, $400.00 cuatrocientos al mes.
Lo que significa que en dos meces y medio ya habría terminado de pagar los 1,000.00 mil pesos que debía.

* El propósito de ésta publicación, es que sea útil para su mentalidad y su vida, para que de esa manera usted pueda mejorar sus finanzas personales y su vida. Ya que cualquier persona que ponga en práctica las sugerencias descritas anteriormente, pude sin duda adquirir el hábito de ahorrar y saldar deudas, tomando el control de la manera de administrar su propio dinero.

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