El sabio profesor que llegó a San Nicolás.

Un día, llegó un sabio maestro a dar clases a una población llamada San Nicolás, y en su primer día de clases, quería hablar sobre algo sumamente importante, un tema que incluso no viene incluído en el programa de educación académica que imparte la Secretaría de Educación Pública.

El sabio y educado maestro, primero se presentó ante todos los alumnos de la clase, e hizo que todos se presentaran uno a uno desde el primero hasta el último. Luego se levantó de su incómoda silla barata, y le dijo a las y los estudiantes: <<Antes de empezar la clase programadora, quiero que sepan que todos ustedes son mi Responsabilidad mientras estén en mi clase, pero al salir del portón hacia afuera, cada quien es Responsable de sí mismo, ¿Estamos de acuerdo?>> -Todos dijeron que sí.

Luego el experimentado profesor, continuó con el tema que nació de él y no de la SEP. <<Hablemos sobre la Responsabilidad personal. -Dijo el profe con mucha seriedad- En su vida diaria, es probable que ustedes se encuentren o estén Rodeados de algunas personas irresponsables, y esto ocurre porque nadie les ha hablado sobre lo importante que es la Responsabilidad personal en su vida diaria.
Por éso esas personas pueden utilizar como pretexto y como excusa, que ellos no sabían o que algo le tocaba a otros y no a ellos.
Pero ustedes, que ya lo están sabiendo aquí y ahora, ya no podrán usar ningún pretexto y ninguna excusa para no ser Responsables de sus acciones, de su actitud, de sus comportamientos y de cada una de las decisiones que toman en cada día de su vida.>> -Dijo el sabio profesor.

Mientras tanto, los estudiantes estaban atentos, aunque sentían como si esa clase fuera un Regaño para sus padres y para algunos de sus conocidos.

Luego el sabio maestro, continuó, diciendo: <<Voy a darles un ejemplo de cómo funciona la Responsabilidad personal contándoles una historia.

-Un día un maestro compañero mío, -Empezó a contar el sabio maestro- fue a una fiesta y se emborrachó, y al estar borracho empezó a comportarse como ningún maestro debería comportarse jamás, ni dentro ni fuera del horario de trabajo, ya que ser maestros es ser un vivo ejemplo de la educación y la ética moral de nuestra profesión.
Éste maestro amigo mío, que empezó a comportarse de una manera inadecuada, se comportaba así porque creía que en la fiesta no había ningún alumno suyo, por lo tanto él creía que no habría ningún efecto negativo con las palabras, el vocabulario, el comportamiento y la actitud que estaba expresando ése día.
Lo que no tomó en cuenta éste maestro del que les cuento, -Dijo el sabio profesor que estaba dando el ejemplo contando ésta historia- És que en la fiesta había muchos niños que no eran alumnos de él, pero que estaban aprendiendo de él, su actitud, sus palabras, su comportamiento y su vocabulario tan inadecuado. Porque aunque él no era su maestro, ellos sabían que él era maestro y que daba clases en la primaria José María Morelos de un pequeño pueblecito llamado San Nicolás.
Por éso tengan siempre presente, -Dijo el sabio maestro antes de concluir su mensaje- que todo, absolutamente todo lo que ustedes dicen, lo que hacen y cómo se comportan y se expresan, siempre tienen un impacto mucho mayor del que ustedes pueden darse cuenta, porque aún si ustedes apenas son alumnos, siempre hay alguien observando, escuchando y aprendiendo de ustedes.>>
-Finalizó el sabio maestro, antes de pedirle a todos que sacaran su cuaderno y empezaran a tomar nota. 

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