Un ser humano en la gran ciudad.

Un ser humano en la gran ciudad.

Éste ser humano había nacido en una gran ciudad, pero desde Recién nacido su familia se lo había llevado a vivir a un pueblo diminutamente pequeño, donde literalmente todos son amigos y básicamente todos se conocen bien unos a otros.

El tiempo, la vida, había avanzado ya 27 años desde el día de su nacimiento.
Y aquél Recién parido ya se había convertido en un ser humano exactamente balanceado entre joven y adulto.

Una noche, mientras caminaba a altas horas por las baquetas, tratando de observar las estrellas y admirándo los gigantescos edificios de otra gran ciudad a la que viajó, empezó a Reflexionar y a preguntarse mentalmente: "¿Qué será de la vida de quienes fueron mis compañeros y compañeras de generación en la escuela? ¿Cómo será la vida de cada uno de ellos y ellas?"

"Seguro son Realmente felices con lo que tienen y con lo que son, sea poco o mucho. -Continuó pensando- Aquí la vida es bastante solitaria, durante el día me encuentro como con mil personas o más caminado por estas banquetas, pero casi todos parecen tener mucha prisa, se comportan casi somo si fueran androides sin sentimientos, incapaces de saludar a nadie de tantos que se encuentran caminando justo al lado, parece como si fueran fantasmas invisibles." -Dijo, Reflexionando con una ligera sensación de nostalgia mezclada con un poco de tristeza.

"En cambio en el pueblo, casi todos se saludan de alguna manera y se llaman hasta por su nombre de pila o de Registro Civil. Quien no se sabe el nombre, se inventa un apodo o algún sobrenombre con tal de saludar. O al menos meneándo la cabeza hacia arriba, o levantando una mano, en el pueblo es Raro quien no salude de alguna manera a quien se encuentre en el camino, sea conocido o desconocido."

"Me fui del pueblo porque sentía que me quedaba chiquito, porque no había demasiado espacio para pensar en grande.
Sin embargo aquí, en ésta gran ciudad, de tanto espacio que hay para pensar, parece como si uno no existiera, uno pasa frente al otro y nisiquiera una mueca mezquina te ofrecen los que están concentrados, distraídos o entretenidos." -Se dijo a sí mismo.

"Me pregunto si aquella compañera super inteligente que sacaba siempre puros 10.0 en sus calificaciones, habrá descubierto, encontrado o elegido correctamente el propósito de su vida.
¿Y qué será de aquél que siempre pasaba de puro panzaso?
¿A qué se dedicará? ¿Cómo se ganará la vida cada uno?" -Se preguntó intrigado.

"Si supieran lo afortunados que son, si supieran que a veces yo quisiera al menos ver andar libre a un perro por las calles, si supieran que pagaría por no tener la carga de estrés que cargo y en cambio tener tanta tranquilidad libre de preocupaciones como ellos, si supieran que envidio la oportunidad de acostarme Relajadamente bajo la sombra fresca de un buen árbol, si supieran que lo que acá se respira es humo en lugar de aire puro y limpio del campo, si supieran que desearía tener al menos un día al mes para andar libremente en bicicleta." -Escribió, deseando que todos supieran lo verdaderamente afortunados que son.

-De Repente, ése ser humano llegó hacia donde se dirigía, y empezó a hacer lo que ya sabía que debía hacer.
Ya no tenía más tiempo para seguir caminando, ya no tenía más vida para seguir pensando y preguntándose cosas.
Ése ser humano era sólo uno más, un androide sin tiempo de libertad, un fantasma disfrazado de invisibilidad, un granito de arena en el gran colmo de aquella gran ciudad, donde el tiempo y el dinero, literalmente no dan la oportunidad de pensar y Reflexionar. No lo quiero Reconocer, me apena tener que aceptar, que como ése ser humano vivía yo, antes de morir. Literalmente.  . . . Para luego Resucitar.

-Ángel Yazmani F.L.

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