Una verdad infinitamente eterna.

Había una verdad infinita de la que algunos seres humanos tenía dudas, mientras que otros seres humanos tenían la certeza. "¿Cómo es posible éso? Si es la misma verdad, ¿Por qué unos tienen dudas y otros certeza?" -Me pregunté yo mismo en esa voz silenciosa de la mente.
Ésa verdad infinita, la había enseñado el maestro de la vida, hace ya más de 2015 años, medidos con el calendario de doce meses que se usa actualmente.

Ése maestro de cómo funcionan la mentalidad y la vida, le dijo al mundo: "Al que pida se le dará, el que busque encontrará, y al que toque la puerta, se le abrirá."

Durante mucho tiempo, yo pedía y nada se me daba, buscaba, pero nada encontraba, toqué puertas de oportunidades que núnca se me abrieron, hasta que un día, llegué a la conclusión más lógica y Razonable.
"Es mentira éso que dijo Jesús, ¿O será que sólo a mí no me funciona? Voy a investigar eso." -Pensé en silencio, tratando analizar, comprender y Reflexionar sobre si era verdad o mentira.

Al investigar, muchas personas no sabían nada sobre esa antigua frase.
Otro porcentaje más o menos sabía, pero no supieron decidir si funcionaba o no en sus vidas.
Otros cuantos seres humanos, habían llegado a la misma conclusión que yo, y otro porcentaje, era capaz de afirmar con toda certeza, que Realmente han Recibido lo que pidieron, encontraron lo que buscaban y las puertas del amor, el éxito, la fama, las puertas que han tocado, se les han abierto.

"Qué interesante; ¿Y cuál es el secreto para que funcione eso en la vida Real de uno?" -Le pregunté a los que tenían la certeza de que Realmente funcionaba eso de pedir, buscar y tocar la puerta de lo que el alma desea.

Hubo muchas Respuestas, y casi todas coincidían en que no hay secreto, sólo hay que desearlo, tener fe y certeza, y poner manos a la obra.

"¡Poner manos a la obra!" -Quizás ése era el secreto.

He notado que casi todos pedimos algo; pero sin hacer nada, queremos encontrar algo o a alguien; pero queremos que aparezca por arte de magia sin tener que buscar, queremos oportunidades; pero sin tener que tocar la puerta de la oportunidad, es por eso que no nos funciona ésa verdad infinita.

Tenía que hacer la prueba yo mismo, no podía atenerme a Respuestas ajenas, así que empecé a pedir, buscar y tocar puertas de oportunidades, pero ésta vez, poniendo manos a la obra.
Cuando pedía algo, ofrecía mi esfuerzo y dedicación a cambio, cuando buscaba y esperaba a alguien, ofrecí mi paciencia y mi comprensión a cambio, y cuando tocaba la puerta de alguna oportunidad, ofrecía mi perseverancia y mi fuerza de voluntad a cambio.

Parecía una fantasía, pero Resultó ser verdad, parecía una falsa promesa, pero Resultó ser una verdad infinita, parecía ser algo iluso, pero ha sido, es y será durante toda la existencia, una verdad infinitamente eterna. Porque al hacerlo Recibí lo que pedí, encontré a quien buscaba, y las puertas se abren ya sin que tenga que tocar las puertas de las oportunidades, todos los días me ofrecen algo nuevo y diferente.

Lo mismo funciona para tí, y para todos los seres de la especie humana que Dios creó, y no es magia ni poderes mágicos, es una verdad universal y eterna, que no tiene favoritos, funciona para quien se dispone a ofrecer algo a cambio de lo que desea ser, hacer, lograr o tener.

Después de todo: Nadie puede ir al cielo sin hacer cosas buenas, verdaderas, correctas y justas.
Y nadie puede tener éxito verdadero haciendo cosas malas, falsas, incorrectas e injustas.

Cuando pidas, busques y toques puertas, asegúrate de tener la buena disposición de ofrecer a cambio, el equivalente justo de lo que deseas Recibir. Porque esa es una verdad infinitamente eterna que así se hace funcionar.

© 2018 Copyright. Derechos de autor. Ángel Yazmani F.L. http://lamentalidadylavida.blogspot.com/ Todos los derechos Reservados.

-Ángel Yazmani F.L.